El proyecto ha comenzado a desarrollarse en enero de 2011 y tendrá una duración de un año. Contempla dos componentes fundamentales: la introducción de la cría de gallinas en 66 hogares como actividad productiva y la formación de estas familias en materia de nutrición, seguridad alimentaria y salud.
Se trata de conseguir una cadena de distribución de crías entre las familias beneficiarias, con un reparto inicial de la mitad de ellas dejando la mitad restante para cuando los polluelos estén criados. Para garantizar este proceso, las familias crearán bancos comunitarios que gestionarán el dinero recaudado con la venta de los huevos que las mismas familias donan al banco semanalmente.
Ese dinero será utilizado por nuevos grupos para establecer sus criaderos y comprar el alimento y las vacunas necesarias para un adecuado crecimiento de los polluelos. La cadena y los bancos comunitarios constituyen un elemento de multiplicación de los resultados en el tiempo, porque cada año más personas podrán acceder a alimentos avícolas y ovícolas e iniciar alguna actividad económica para incrementar sus ingresos.
La acción permitirá a las familias mejorar su alimentación al tener acceso a alimentos saludables y nutritivos, reducir el gasto familiar dedicado a la alimentación y por tanto incrementar sus ingresos. La formación en la cría avícola, nutrición y salud familiar les permitirá mantener una dieta saludable y rica en nutrientes además de difundir los conocimientos entre otros miembros de la comunidad y gestionar un pequeño negocio de cría avícola