Bajo el título «Arte para aprender a vivir» la Fundación Pryconsa ha financiado la realización de una serie de experiencias basadas la utilización de las ventajas educativas que poseen los procesos creativos artísticos en la maduración de menores.
El proyecto ha estado dirigido y realizado por Eloy Martínez de la Pera e Isabel Durán.
Concepto y Desarrollo
La hipótesis de partida fue la siguiente: EDUCAR Y CREAR son dos actividades del hombre con procesos de desarrollo que pueden ser considerados similares. En ambos casos se produce una búsqueda que conlleva un hallazgo que resulta ser la revelación de una realidad. Extrapolando ambas actividades podríamos llegar a decir que el artista al lograr plasmar en su obra un proceso de pensamiento complejo hace una ‘nueva realidad’ universal. En cambio, el que aprende incorpora a su experiencia una ‘nueva realidad’ personal.
Las experiencias prácticas que se han desarrollado han sido conducidas por artistas de la talla de Alicia Martín, César Martínez o Din Matamoro. También se ha contado con la valiosísima ayuda de otros creadores como Darío Basso, Juan Galdeano, Bernardí Roig, Marina Núñez, Juan Bordes o el compositor José Manuel López López a los que hemos pedido que reflexionen sobre distintos conceptos en torno a la hipótesis que manejamos.
Aunque hemos aplicado esta hipótesis en otros campos como son el aprendizaje de los derechos de los niños a través de experiencias artísticas o la comprensión de ciertas materias del mismo modo, las propuestas de Arte para aprender a vivir están basadas en la eficacia educativa de la utilización de los procesos creativos en la formación de menores en situación de riesgo o desamparo. Esto es, cómo a través de actuaciones puramente artísticas los menores que sufren de un entorno de maduración hostil encuentran una vía alternativa de comprensión de su realidad por medio del pensamiento creativo que genera la reflexión artística.
Huelga decir que no estamos hablando de la realización de trabajos manuales ni de actividades puramente mecánicas, ni siquiera de discusión e intercambio de ideas a partir de obras de arte ya hechas. El eje de la propuesta está en llevar a cabo experiencias creativas puras.
Los programas denominados Arte para aprender a vivir utilizan el proceso de creación de los artistas como método para ‘enseñar a vivir’, como fórmula para aprender a encontrar el lugar que tiene cada uno en el mundo.
Los desarrollos que han tenido las experiencias realizadas hasta ahora han sido muy variados, atendiendo sobre todo a la disponibilidad de los menores. Normalmente se han llevado a cabo a lo largo de seis meses en sesiones quincenales. Durante ese tiempo los menores han seguido un proceso de trabajo guiado personalmente por los artistas con vistas a producir un resultado, normalmente material y de carácter muy personal. En ese resultado se deben siempre evidenciar rasgos individuales que son los que generan, a fin de cuentas, la relación más directa y productiva entre el individuo y su obra.
En estos proyectos han participado 250 menores entre los años 2005 y 2007.Frente a las condiciones adversas en las que se desarrolla su vida cotidiana, se trata de prestar a los menores apoyo formativo y afectivo, proporcionándoles momentos de convivencia en un ambiente lúdico y expresivo. Entendido el arte como una representación de la realidad, es decir como una forma de expresión de lo que vemos a través de la razón y los sentimientos, el programa trata de usar la creación artística como vía de aprendizaje y fortalecimiento de la personalidad, desarrollando la capacidad de reflexión individual y de comunicación entre niños con entornos problemáticos. Mediante la educación artística se les proporciona una herramienta de comprensión y análisis del mundo, a la vez que se fomenta el conocimiento de sí mismos y de los demás, el respeto, la tolerancia y el comportamiento democrático hacia sus semejantes. Se persigue, en último término crear la conciencia en los menores de que las habilidades adquiridas a través de este proyecto pueden ser extrapoladas a otros aspectos de sus vidas.
Presentación Pública
Los talleres de actividades artísticas se han dado a conocer a los medios de comunicación a través de actos públicos, como el celebrado el 7 de febrero de 2006 en el recinto ferial Juan Carlos I, en un espacio cedido por la Feria de Arte Contemporáneo (Arco) y el 23 de mayo en la sala de exposiciones y en el auditorio del Centro de Recursos de la Comunidad de Madrid, situado en la antigua fábrica de cervezas El Águila, dependiente de la Consejería de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, donde se han expuesto los trabajos realizados por los niños bajo la dirección de artistas y educadores. También han dado cuenta del desarrollo del programa las cadenas de televisión Telemadrid en su programa “Madrid Directo” y la 2 de TVE